| Espacio |
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Lo que se ve no está aquí, ni tampoco allá. Sólo está, sin mi cuerpo. Un 'sitio' en donde se representan algunos de los pensamientos, de las fantasías, de las ficciones o de las 'realidades' de éste sujeto. Escritas, estampadas,
...
en
...
imágenes.

No importa su tonalidad
o
...
su
...
ritmo.

Menos importa lo que provoquen. Sólo se emiten ruidos y sones en una composición de letras que dejan el interior de un cuerpo en
--
silencio.

Pa, pa ra pa, ( ) Pa, pa ra pa

sábado, 31 de diciembre de 2011

UNA VEZ MÁS



El viento sopla desde afuera.
El silbido de las ventanas,
como un gemido de caricia,
no define si es a causa de placer o de lamento.
Estamos aquí, el silencio es agudo.
La cabeza sin figuras ni palabras que le agiten, queda suspendida.
Los muebles inertes acompañan a la nublada luz
y mi cuerpo permanece estático, mimetiza
como esperando lo que no acontece.
Y sí, este momento es nuevo
Y sí, este momento es familiar,
Y sí, todo se ha acabado,
Y sí, todo continúa.
¡Todo ha continuado!
¡Todo!

Silencio

¡Silencio!
Apaguen la luz… ¡apáguenla!

Las luces.
Las luces se mueven fugaces,
se desvanecen entre líneas
difuminan la existencia de fondo oscuro.
Negro.
Luego… un punto rojo, verde, otro azul,
tal como siluetas que dejan senderos, se pasean en el plano.
Al fondo, al frente.
Arriba,
abajo,
abajo,
a un lado,
del otro.
Cada vez más rápido.
Alto… ¡alto!

Stop!
El cuerpo estático, no encuentra el reposo
El cuerpo estático, ruge.
El cuerpo estático, escucha:

el silencio sigue silbando.

Pablo Guillén, Barcelona, 31 de diciembre de 2011.

miércoles, 21 de diciembre de 2011

La puerta del espejo vacío



Al convivir en fantasía
a través de la pupila,
la membrana de un sólo símbolo es:
solo.
Y solo haces al reflejo.
y solas,
las sensaciones cubren a la forma.
Aquel signo en donde la luz incide en el cuerpo
de ese:
el vasto y el solitario panorama.
En donde la otra mirada,
Sola,
va transmitiendo con su cuerpo
lo que en ti es un espectro
que pronuncia
tu alegórica semblanza.
Tu sola urgencia termina en lo que crees,
y siendo todo,
siempre es nada.

El fantasma de la mirada,
las ausencias de los seres,
Los ancestros.
Lo que eres tú, y lo que no son.
Lo que siendo nosotros,
es un sólo tiempo
que muere,
que fue,
Inerte.
Ahí, en ese sitio
en donde siempre estuvo él
ausente,
completo.
El mundo es una realidad,
que de no ser fantástica
tan sólo es un hueco,
tan sólo es un vacío.

Pablo Guillén, Barcelona, en parte verano, en parte invierno, 2011.